"O futuro está na orixe"

Bea Comenda, decana da Facultade de Historia de Ourense

martes, 9 de setembro de 2014

El ultimo expolio (os canóns de Monterrei)

Fue el maestro Jesus Taboada, quien, entre sus papeles, conservaba datos inéditos sobre los ultimos expolios que tuvieron como escenario el recinto histórico-monumental de Monterrey. Con el encargo de sacarlos, algun día, a la palestra, recogimos los detalles que ahora, al paso del tiempo, pasamos a reseñar, cumpliendo la vieja promesa del inolvidable Comisario de Monumentos de la Comarca.


De los atentados cometidos al arte y la cultura, queda constancia en publicaciones diversas. Pero, al que hacemos referencia, apenas hay esbozos que al menos desconocemos y que pasamos a exponer. Se trata de la retirada de los cañones, que fuera de sus troneras, permanecían en la zona de fotificación de la Fortaleza, catalogada como Plaza Fuerte, en los documentos del Ministerio de la Guerra y en una visita protocolaria del que en años de postguerra fue Capitan General de Galicia, un acompañante al séquito le dijo en forma expresiva y coloquial que aquellas piezas de bronce habian sido instaladas con fijación a la frontera portuguesa para disparar a los moros.
El Capitán General de la VIII Region, con sede en La Coruña, Muhamed Ben Mizzian Ben Asen -1897-1975- al escuchar aquella expresión desafotunada, hizo una mueca de malhumor, con el propósito de venganza una vez regresase a la capital herculina. Mizzian habia sido alumno de la Academia de Infanteria de Toledo, pasando al Protectorado de Marruecos, donde entabló amistad con mandos españoles y muy en especial con el General Franco. Con el grado de Comandante del Grupo de Regulares de Alhucemas, estuvo al frente del ejército marroquí en las confrontaciones africanas y en la Guerra Civil, llegando a situarse con sus soldados en el cinturón sur del asedio a Madrid, donde resultó herido, ascendiendo, por actuaciones en campaña al generalato, nombrándole Franco Capitán General de Galicia, donde en La Coruña, como dato de su vida familiar, contrajo matrimonio, por el rito musulmán su hija.
Retomando la argumentación del episodio de Monterrey, cuando Mizzian regresó a su despacho coruñés firmó la orden fulminante de desmantelar y retirar las piezas artilleras del Castillo y trasladadas a La Coruña, donde pasaron a formar parte de la decoración mirando al mar en las proximidades del Parque de Sir Jhon Moore y zona aledaña del antiguo Hospital Militar.
El grupo de soldados enviados por Capitanía al Castillo, colocaron los cañones, sobre vehículos del ejercito, con la indicación expresa de hacer un recorrido por las principales calles de Verin, adornando todo el material expoliado con ramaje de los árboles, negrillos, situados en el campo de la feria que entonces mensualmente se celebraba en el Castillo y entre mofas y cánticos los cañones emprendían camino de su nuevo destino y, aunque tal acción, condenable por la manera en que se llevó a efecto la amenaza de Mizzian, sería motivo de reivindicación por los municipios de Alvarellos y Verín, las peticiones no fueron ni escuchadas ni atendidas, por parte del Ministerio del Ejército, cuando el general había terminada su carrera en el ejército español para, con el grado de Mariscal ponerse al frente de las tropas de su país, que recién creado en reino, fue designado embajador del Reino de Marruecos en España.
Queden para la historia de Monterrey estos apuntes y así cumplimos una promesa con el profesor Taboada Chivite, y que aprovechamos para incluír un completo reportaje fotográfico de los archivos de la Agencia Efe.- J.N.
viernes, 21 de marzo de 2008 a las 22:18
Enviado por J.N.L

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